"¡Cada vez que sonaba mi silbato, el animal imitaba el mismo sonido!", agregó consternado el árbitro. "Los jugadores estaban desorientados. Por eso, no me quedó más remedio que pedirle a la señora que se fuera... Con su loro. Nunca antes había expulsado a una mascota", agregó.----
Hay momentos tristes en la vida de un loro.
2 comentarios:
Por cachondearse.
CAgate loritooo
Publicar un comentario