"Un restaurante de Pekín hace bueno el dicho "de lo que se come, se cría", con reservas al completo cada noche de chinos que esperan mejorar su potencia sexual comiendo genitales de venado, caballo, burro, buey, oveja, perro, serpiente o incluso oso marino."
-----
Cierto. Una vez comí una ciruela y se me puso la cabeza morada.

La noticia completa en
La Opinión de Coruña
No hay comentarios:
Publicar un comentario